Cómo impulsar el desarrollo inmobiliario sostenible

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6 DE SEPTIEMBRE DE 2023

El 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, una ocasión que nos invita a reflexionar sobre el desafío que enfrenta el sector inmobiliario en la contribución a la descarbonización de nuestra vida moderna. Según los compromisos del Acuerdo de París, una de sus metas cruciales es la reducción de las emisiones contaminantes para el año 2050. No obstante, para el sector de la construcción, esta meta se presenta como un desafío considerable, ya que las estadísticas de las Naciones Unidas señalan que la demanda de energía en edificios ha aumentado significativamente y las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con las operaciones de inmuebles se han disparado.

Un reciente informe de la ONU subraya esta brecha creciente entre el desempeño actual y la senda deseable hacia la descarbonización. La demanda de espacios amigables con el medio ambiente, sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético está en constante crecimiento, según la plataforma de financiamiento y gestión de proyectos residenciales DD360. Este crecimiento es impulsado por las ventajas y beneficios que ofrece tanto a los desarrolladores inmobiliarios como a los futuros ocupantes de estas construcciones.

No solo se observa esta tendencia al alza en el ámbito de los espacios sostenibles, sino también en diversas verticales. De acuerdo con datos de Accenture, el 61% de los consumidores a nivel mundial prioriza la compra de productos con una huella ecológica positiva.

DD360 define un desarrollo inmobiliario sostenible como aquel que, durante su construcción, minimiza su impacto negativo en el entorno ambiental circundante. Esto se logra mediante la eficiencia energética, tanto de manera pasiva, aprovechando elementos naturales como árboles, luz natural y corrientes de aire, como de manera activa, mediante la utilización de arquitectura y tecnología adecuadas. La sostenibilidad también se alcanza mediante una planificación consciente de la construcción y el uso inteligente del espacio, aprovechando los recursos naturales en lugar de agotarlos durante la edificación.

Los desarrollos sostenibles, según el Colegio de Arquitectos, conllevan beneficios como la reducción de la generación de CO2, la producción de gases de efecto invernadero y una disminución de hasta el 30% en el consumo energético. Además, estos desarrollos generan un impacto positivo en la demanda de infraestructuras y servicios municipales, ya que al consumir menos agua producen menos aguas residuales en comparación con los edificios tradicionales.

La tecnología desempeña un papel fundamental en el impulso de la sostenibilidad en el sector inmobiliario. DD360 sugiere que herramientas como un sistema de información verificada pueden brindar acceso a datos sobre áreas verdes, espacios deportivos, densidad de vegetación, jardines públicos y privados, lo que permite a los desarrolladores tomar decisiones informadas sobre el tipo de construcción que desean emprender. Esta visión panorámica les proporciona un mayor conocimiento del entorno en el que planean construir o adquirir propiedades, lo que les permite desarrollar estrategias que preserven estos valiosos recursos naturales en lugar de comprometerlos.

En resumen, el desarrollo inmobiliario sostenible es esencial para abordar los desafíos ambientales de nuestro tiempo. Al adoptar prácticas y tecnologías sostenibles, los actores de la industria de la construcción pueden contribuir de manera significativa a la descarbonización y al bienestar de la sociedad en general.

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