El Corredor Interoceánico en México es un proyecto de infraestructura sin precedentes que se está construyendo en la zona más angosta de México entre el océano Pacífico y el Atlántico. Será una de las megaobras más emblemáticas de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y se espera que tenga un impacto significativo en la economía del país y en el desarrollo de la región del Istmo y del sureste mexicano.
El proyecto consiste en una franja de 303 kilómetros de longitud que conectará los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, con Coatzacoalcos, en Veracruz. Esta franja contará con dos puertos de altura, ferrocarril, carreteras, tres aeropuertos (Minatitlán, Ixtepec y Huatulco), un gasoducto y una red de fibra óptica. Según expertos del sector, el proyecto permitirá la movilidad de 1.4 millones de contenedores anualmente y se convertirá en una alternativa de conexión entre ambos océanos “más económica y veloz que el Canal de Panamá”.
El proyecto se encuentra en su fase de construcción y se espera que comience a operar en 2023. Eduardo Romero Fong, coordinador para el desarrollo y estrategia del sector productivo industrial y bienestar del Corredor, informó durante el encuentro Intertraffic México 2022 que el proyecto ha avanzado significativamente. Se espera que hacia 2050 el proyecto genere el 1.6% del PIB nacional, atraiga 50,000 millones de dólares de inversión y 550,000 empleos en los parques industriales que serán instalados en toda la ruta.
El Corredor Interoceánico será crucial para impulsar el desarrollo del Istmo y del sureste mexicano, ya que se espera que tenga un importante impacto en la economía del país. Además, la obra será un importante imán para las inversiones, con incentivos fiscales, zona de libre comercio, recintos aduanales, reducciones arancelarias, ventanilla única de trámites, así como el desarrollo de zonas habitacionales y reservas naturales.
La construcción del Corredor Interoceánico también tendrá un importante impacto en las comunidades de la región. El proyecto colocará a 79 municipios en el epicentro del desarrollo de esta obra, que tendrá un importante impacto detonador de riqueza y empleos. Además, se espera que la obra mejore la calidad de vida de las comunidades al proporcionar acceso a servicios y oportunidades económicas.
En resumen, el Corredor Interoceánico en México es un proyecto de infraestructura sin precedentes que se espera que tenga un impacto significativo en la economía del país y en el desarrollo de la región del Istmo y del sureste mexicano. El proyecto será crucial para impulsar el desarrollo de la región y generará grandes beneficios económicos y sociales para el país.
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